El Pastor James Corrales nos predica: Siguiendo a Jesús IV. La victoria de la iglesia se obtiene siguiendo a Jesús. Se ha reflexionado de cómo saber si le seguimos al Señor, de si le seguimos de forma correcta, así como también el cómo discipular otros seguidores. El Señor siempre llega en el momento exacto, en el momento oportuno. Qué es lo que marca la diferencia entre lo que el mundo considera victorioso y lo que es una iglesia victoriosa?. Jesús es victorioso y por ende nosotros también lo somos, pues nuestro enfoque es él. Punto 1: La victoria está en la oración, pues de no hacerlo vivirás en frustración, pues es la forma de pedir a Dios, y él nos escucha, como a sus hijos. Cuando no sabes qué hacer, cuando reconoces tus limitaciones, oras y le clamas a Dios, te comunicas con Dios, y entras en victoria. Alguien que está en comunicación con dios se reconoce en su comportamiento, al hablar, en la paz que transmite. Punto 2: La victoria está en la humildad. No olvides de dónde te sacó el Señor, permanece humilde, sumiso, pues Dios resiste a los soberbios. En la presencia del Señor tiembla hasta la misma tierra, y por ello debes sentir algo cuando te humillas ante el Señor. Póstrate ante la poderosa mano de Dios y cuando sea tiempo él te exaltará. Dios no desprecia al corazón contrito y humillado. El Señor es experto en exaltar, él quiere ayudar si te postras ante él, dejando de lado tu orgullo. Punto 3: La victoria está en la santidad. Sed santos en vuestra manera de vivir. Hay cosas que impiden el mover del Espíritu Santo, pecados ocultos, que no se revelan. Debes tratar de obedecer a Dios, arrepentirte genuinamente ante él, ser transparente y consagrado ante el Señor; eso mueve a Dios. Traten de vivir en paz con todos nos pide el Señor, vivan en santidad. Es una necesidad, es una forma de vivir. Consagra no sólo tu corazón y mente, sino también tu cuerpo y tus propiedades. Punto 4: La victoria está en la investidura del Espíritu Santo, para recordar que él nos mandó poner sus preceptos por obra a través de su Espíritu, pues no es por nuestras propias habilidades, sino por el poder que él nos da. Recuerda, Jesucristo es el único que puede bautizar en el Espíritu Santo. Por ello la importancia de bautizarse en el nombre de Jesucristo para recibir el don del Espíritu Santo. Para todos nosotros es la promesa, todos los llamados por el Señor, para recibir poder para hablar de él en los lugares más lejanos, cuando haya llegado el Espíritu, cuando te haya llenado el Espíritu y actúe sobre ti, y actúe en ti. Y está aquí la presencia de Dios.
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