Llorando con la Persona Correcta, hna Sonia Portillo. Una mujer importante insistía que Eliseo se hospedara en su casa, al saber que era hombre de Dios. Si tienes la oportunidad de recibir al justo, recíbelo, y Dios te recompensará. Esa mujer no esperaba nada por servir al varón de Dios y de pronto éste le dice que ella abrazará un hijo, y ella no lo creía, pero el Señor es bueno, nada es imposible para él. Y la mujer dió a luz en el tiempo que le dijo el hombre de Dios. Pero el niño enfermó y murió y ella se fue a reclamar a aquel varón por aquello que ella no había pedido. Ella no le dijo nada a otras personas, ni a su marido, ni al criado del varón. Ella se fue directo al varón de Dios. Y eso es lo que debemos hacer, ir a Dios directamente, ir a nuestro Señor Jesucristo, no a otros, no a las redes sociales, o a imágenes, sino directo a él. Y cierra la puerta en tu aposento, no lo publiques, tus problemas son entre tu y Dios. Eliseo llegó y se tendió sobre el niño y este volvió a la vida.
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