La Grandeza de Dios, hermana Ana María Duarte. Tenemos un Dios que se sienta sobre el círculo de la tierra. La gente está atemorizada por noticias negativas que nos lleva a un estilo de vida diferente al que nos dice el Senor. Pero el Senor nos dice que si estás con él, nadie te podrá hacer frente, no estamos solos, ni sujetos al mundo para recibir paz. El consejo del Senor es que obedezcamos a las autoridades, y lo hacemos en cuanto a ser prudentes. Pero en cuanto a la paz, esa la da la palabra, pues si él está conmigo, yo tengo paz. Una paz que él nos da, y no como el mundo lo da. Gloria a Dios en todo el mundo se predica la palabra y le decimos Senor, aviva la obra en medio de estos tiempos. El avivamiento debe ser personal y debe iniciar con quello que permites que te rodee. No te bases solo en noticieros o en opiniones del mundo, hay tomar lo bueno y desechar lo malo. Ahora más que nunca debemos estar pendientes que estamos viendo en los medios, en televisión, qué ven nuestro hijos. Pues la desconexión con Dios nos lleva a desfallecer, al dejarnos llevar del mundo y sus mensajes negativos y alejados de la palabra. No podemos dejar que el enemigo tome ventaja, pues un sólo día crea raíz de amargura en tu familia. Debemos tomar acción inmediata si notamos desvíos en casa, pues el enemigo está atento, como león rugiente. Recordemos que Dios no nos ha dado espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
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