El Pastor James Corrales Sr nos predica: Cuidando mi Viña en Casa. Las prioridades deben ser primero Dios, segundo la familia, tercero la iglesia. El hogar comienza en la mente del ser humano. En el hogar debe primero reinar el Señor, pues si Jehová no edifica este edificio en vano vela la guardia. Es muy difícil luchar por nuestra propia fuerza, por ello el Señor debe ser primero. La rutina es algo que afecta mucho un hogar, no es bueno ser siempre predecible, las sorpresas positivas en cambio alimentan el dinamismo en el hogar, traen vida. La comprensión como el amor se cultiva en la comunión mutua. El respeto es importante, aunque se acepten uno y otro en el hogar, debe preservar el respeto el uno con el otro. Cuando se descuida la viña, de pronto se buscan otras viñas, se dedica más tiempo a otras cosas que al hogar (trabajo, amigos, otros familiares, objetos, auto, otros), y esto termina impactando negativamente y traen sentimiento negativos, celos, inseguridad, abandono. El hogar es delicado, debe dedicársele tiempo, cuidado. Cada uno tiene una función y se debe dejar fluir sin forzar. También es necesario vivir con realidades, sin falsas expectativas o fantasías. Además la flexibilidad, pues la vida no e blanco y negro, sino que está llena de matices, sin exigencias ni manipulación. La integración entre los padres beneficia a los hijos y de forma natural se extiende a ellos.
IPUL Oregon