El hermano Juan Martínez nos trae hoy esta enseñanza: Creyéndole a Dios con Todo el Corazón: Tener una Fe Genuina. Un ejemplo de Timoteo muestra cómo desde muy joven empezó a estudiar la palabra. Con ese gran aprendizaje aumentó su fe de gran manera. El conocimiento de la palabra trae entendimiento y lleva a arrepentimiento y con ello a aumentar la fe de forma intrínseca. La fe también se aprende de otros a quienes vemos como ejemplo, como bien es el pastor en la iglesia, también es el padre de familia en el hogar, o el hermano o amigo a quien se respeta y aprecia. Por ello, el legado más impresionante que podemos dar a los hijos y a cada persona es una fe genuina. El case de la resurrección de Lázaro donde ni los más allegados creía y sin embargo Cristo les demostró que necesitan más fe. A veces pensamos que es muy tarde para solucionar un problema, que no hay salida, pero Jesús dijo: El que cree en mí aunque esté muerto vivirá. Lo que es imposible para el hombre es posible para el Señor. Con una situación difícil o complicada debemos creer en la palabra, pues él nos dijo: Yo soy tu pastor y nada te faltará. Creámosle a Dios con todo nuestro corazón.
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