Salomón en su sabiduría confiesa no encontrar el sentido a la vida. Muchos estudiosos han intentado hacerlo, pero allí no se encontrará el sentido de la vida. También lo intentó Salomón en los placeres del mundo, y allí tampoco estaba. Al igual que el hijo pródigo cuando pidió a su padre su heredad, y con el tiempo encontró que allí no estaba lo que verdaderamente necesita nuestra vida. Entonces Salomón lo intentó con posesiones, casas, ganado, propiedades, dinero. Pero los millonarios, los sabios, los parranderos quieren lo que tenemos nosotros en la iglesia, esa paz, esa tranquilidad, ese amor que nos da la compañía del Señor en tu vida. Busca primeramente al reino de Dios y su justicia, y todo lo demás vendrá por añadidura. No quiere decir que la sabiduría, la alegría y los bienes sean prohibidos para el cristiano, esos llegarán por añadidura. Pero lo más importante es tener a Dios primero en tu vida, y lo demás llegará. Si no has encontrado el sentido de la vida, intenta en Jesucristo. Encontrarás que con el Señor llenarás ese vacío, y estarás firme incluso ante las adversidades.
IPUL Oregon
