La hermana Ana María Duarte nos enseña: Crecimiento en Medio de la Adversidad. Las tormentas son necesarias, las pruebas que el Señor nos da se requiere muchas veces para limpiar profundo, como lo hace una tormenta con la tierra que abona. Estamos en una situación que nos obliga a permanecer encerrados y alejados unos de otros. Pero le damos gracias al Señor por su protección, pues él tiene un plan perfecto para su iglesia. Hermanos llenos del Espíritu Santo se han unido en oración y esa oración la escucha el Señor con agrado. Es tiempo de alabar a pecho abierto, así como de doblar rodilla y de quebrantarse en medio de la necesidad para que el Señor rompa todo tipo de barrera que impide o bloquea. Tenemos un Dios poderoso que no desprecia el corazón contrito y humillado. No esperes más tiempo para buscarle, no sabemos si mañana vamos a estar, si nos reuniremos pronto o no. No esperes a la llegada de la tribulación.
IPUL Oregon
