La hermana Sonia Maritza Portillo nos enseña: Un Pez Obediente. Jonas recibió un llamado divino de Jehová para ir a Nínive a pregonar contra ella, y su reacción inicial fue huir. A veces podemos sentir como que Dios nos pide algo y si es así no será fácil, de alto riesgo. Y se nos olvida que si es así no vamos a estar solos, que el Señor va a estar con nosotros. Al huir se subió a un barco y estando allí hubo una tempestad, pues Dios lo esta castigando. Y en la tempestad fue cuestionado por los otros miembros de la tripulación del barco. Allí los otros hombres no creyentes empezaron a temer. Hay que ser consientes que a veces por nuestros errores caen consecuencias sobre otros inocentes. Al final lo echaron al mar y los otros hombre temieron a Jehová. De ahí el tema de hoy: Un Pez Obediente. En el mar el Señor preparó una lección para darle un escarmiento por su desobediencia por medio de un pez grande que lo consumió. El Señor es bueno y nos da promesas si le obedecemos, creámosle y sigamos su voluntad. Y al final el pez lo vomitó en obediencia.
IPUL Oregon
